Es un roedor de talla pequeña procedente del norte de Europa.
A muchos puede parecerles un ratón, pero se asemeja más a una chinchilla en miniatura, pesa aproximadamente unos 120 gr. y es una de las mascotas más preciadas por los niños.
Se alimenta de semillas, frutas y verduras y con un buen cuidado puede tener una vida larga, unos 5 años.
Existen en las tiendas especializadas piensos muy equilibrados para roedores, si nos decidimos por alguno de ellos mejoraremos su salud ya que su tendencia es a comer lo que más le gusta de las semillas que les ofrecemos y se atiborrarán de semillas de girasol desdeñando el resto. La fruta más recomendada, un trocito de manzana que no sea ácida y como verdura ideal la zanahoria.
Es importante hacerles saber a los niños que no se trata de un juguete, que es una mascota, su amigo, que le hará pasar horas deliciosas solo observando a través de los barrotes de la jaula su comportamiento.
Para darle una sensación de libertad fuera de la jaula existen en las tiendas de mascotas unas bolas de metacrilato o plástico duro con las que pueden corretear por la casa sin peligro de escapadas.
Este animal de compañía es cómodo de tener en el hogar, nos bastará con una jaula espaciosa y dentro de ella un habitáculo donde pueda resguardarse, dormir y almacenar comida según sus costumbres habituales.
Como todos los roedores se reproducen con gran facilidad, una vez cubierta la hembra hay que sacar al macho de la jaula y cuando los hamstercitos puedan comer, separarlos de la madre, más que nada para que sus hijos no puedan cubrirla, evitando así la consanguinidad que dará lugar a malformaciones en las crías.
El hámster es un animal poco sociable con sus congéneres, en la misma jaula no debemos poner a más de uno, lo pasarán mal los dos, incluso se pueden llegar a matar uno al otro. Este comportamiento no es igual con sus dueños, son dóciles y amigables con ellos.
Para ampliar conocimientos sobre los hámster te recomendamos que visites la Web El mundo del hámster
Conejillos de indias
Son procedentes de América del Sur y los primeros ejemplares que se conocieron en el Viejo Mundo los trajeron los colonizadores que viajaron con Colón.
En algunos países este roedor es utilizado para obtener carne para la alimentación humana, los incas fueron los primeros en criarlos en cautividad para este fin.
Es otro de los roedores que acompañan a muchas familias como mascotas o animales de compañía, es dócil y al contrario de los hámster no muerde.
Es sociable, tímido y no le gusta la soledad, debemos tener por lo menos dos de ellos en el mismo habitáculo o jaula.
La alimentación es similar a la de los hámster y al igual que ellos necesitan roer para que los dientes no le crezcan demasiado, si esto ocurriera, el veterinario será el encargado de limarlos para que el animal pueda comer sin problemas.
Existen diferentes razas además de la común, los angora o de pelo largo, con rosetas o remolinos que dan al animal un aspecto muy particular.
El conejillo de indias, como todos los roedores, es muy prolífico, se reproducen con mucha facilidad, la única precaución es elegir a los reproductores, que sean sanos, robustos y jóvenes, una vez cubierta la hembra debemos separar al macho en otra jaula hasta que los las crías sean separadas de su madre, no pararía de cortejarla y en esta situación la hembra necesita mucha tranquilidad.
Para que los conejillos de indias sean unas mascotas sanas y sin problemas debemos tener la jaula siempre limpia, con un fondo de tierra absorbente para evitar malos olores y una alimentación adecuada, proporcionándoles heno fresco o seco con regularidad.
Una de las enfermedades frecuentes es la diarrea, debida a un exceso de verdura, si este es el caso, suprimir la verdura temporalmente y como no, pedir consejo a un veterinario, es el mejor amigo de la salud de nuestras mascotas.