El buffet es un recurso que podemos utilizar para quedar bien con nuestros invitados cuando no disponemos de sitio para tenerlos a todos sentados y atendidos debidamente en una mesa formal.
Para servir un buffet que tenga éxito es indispensable la planificación: Cuantos, donde, que serviré, que puedo tener hecho con antelación...
Si nos sentamos con una hoja en blanco y planificamos, el éxito está asegurado.
Lo ideal sería tener una mesa principal con la comida y postres, otra con las bebidas y una tercera con la cristalería, vajilla y cubiertos, pero si no se dispone de espacio se puede integrar todo en una mesa alargada que podemos improvisar con un tablero y unos caballetes, procurando que esté separada de la pared para que pueda ser accesible por todos lados.
Lo que serviremos estará en función de nuestros gustos y los de nuestros invitados, que todos queden contentos. El éxito del buffet dependerá no tanto de la cantidad como de la variedad, que se pueda comer pequeñas cantidades de variedad de platos.
Todas las comidas que presentemos estarán cortadas en porciones para que cada cual pueda servirse cómodamente aquello que le apetezca con el cubierto para servir que hayamos dispuesto para el plato en cuestión.
Es muy importante poder servir alguna sopa, fría o caliente dependiendo de la estación del año en que celebremos, en verano no puede faltar algún gazpacho y si los invitados son muchos, ofrecer una variedad de ellos, si es invierno, algún consomé sin guarnición que podemos presentar en un termo con dosificador para que cada cual se sirva a su gusto.
No debe faltar la fruta, además de servir de postre es una magnifica decoración para la mesa del buffet.