El buen tiempo es propicio para organizar comidas informales en casa, la reina sin duda es la barbacoa.
La barbacoa es el aparato donde hacemos la comida, que puede ser de leña, gas o eléctrico, pero se ha denominado como comer de barbacoa a un tipo de comidas especiales, casi siempre hechas fuera de lo que es el recinto del hogar aunque también se pueden hacer en un patio siempre que los humos tengan por donde salir con facilidad y no molesten.
La barbacoa propicia un ambiente distendido, sin ningún tipo de etiqueta, en la que todos los comensales a su vez pueden colaborar en la preparación de la comida, que se irá sirviendo tal cual sale de la barbacoa.
Generalmente cuando se piensa en barbacoa se piensa en carne de ternera, cerdo, cordero o pollo aderezada de alguna forma o solo tal cual, pero no debemos olvidarnos de las verduras, una parrillada de verduras es una verdadera exquisitez o los pescados, es la ocasión para disfrutar de las sardinas asadas sin los molestos olores que desprenden cuando las hacemos en la cocina.
Uno de los platos estrella de las barbacoas son las costillas de cerdo, en la sección de trucos de cocina se da un consejo para que nos salgan tiernas, tal como las comemos cuando vamos a restaurantes especializados en este tipo de comidas.
Si bien como se dijo anteriormente todos los comensales pueden colaborar en la preparación de la comida en una barbacoa, es aconsejable que si vamos a servir pinchos, brochetas o carnes adobadas, todo esto esté preparado con antelación, más que nada para que hayan tenido tiempo de tomar los aliños y nadie tenga que mancharse ni trabajar demasiado, es tiempo de charla, tapas y descanso.
Además de lo que serviremos como plato o platos principales incluir una o varias ensaladas, acompañarán muy bien a cualquier cosa que cocinemos en la barbacoa, carnes o pescados así como un surtido de salsas, a la carne a la brasa le va muy bien la salsa barbacoa o el chimichurri argentino, fáciles de preparar las dos.
Es muy adecuado preparar como bebida una sangría.
Ingredientes de la sangría, vino tinto, gaseosa, trozos de naranja, trozos de limón, trozos de melocotón pelados, canela en rama y azúcar. La proporción es de 3 partes de vino tinto por una de gaseosa, los demás ingredientes son al gusto.
Ponemos las frutas y la canela a macerar en el vino unas horas antes para que desprendan bien todo su aroma.